El verano se acaba y muchas plantas comienzan a marchitarse. Las aromáticas, tan utilizadas en cocina son de las más delicadas. No todas pueden estar en el exterior con el frío y hay que reconocer que pueden alegrarnos más de un plato, por lo que es muy interesante tenerlas siempre a nuestra disposición.
Hay un truco que lleva dando vueltas por la red desde hace tiempo, es una forma ideal para conservarlas, y dado que el protagonista es el AOVE, quería compartirlo con vosotros.
Es tan sencillo como congelarlas en Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE), en cubiteras, para tenerlas disponibles en cualquier época y momento.El AOVE forma un película sobre las hojas que evita que el frío las queme, y así mantienen en perfectas condiciones su aroma y propiedades. Además, gracias a los antioxidantes del AOVE se conservan más tiempo.
Sólo necesitamos:
- Aceite de Oliva Virgen Extra(AOVE)
- Hierbas aromáticas frescas: orégano, albahaca, tomillo y romeroCubitera
Primero elegimos las hierbas que queremos conservar, yo he utilizado las que os he puesto arriba pero podéis hacerlo con cualquiera, las que más os gusten o utilicéis con más frecuencia. El ajo es también un ingrediente ideal para conservarlo así.
Deben estar en perfecto estado, para que cuando las vayamos a utilizar podamos disfrutar de sus propiedades.
No os olvideis de lavarlas muy bien y después secarlas con papel de cocina con mucho cuidado para que no se rompan. Es importante que estén muy secas, para evitar favorecer ladegradación del aceite.
Después tan sólo hay que picar las hierbas, o dejar las hojas enteras si son pequeñas, introducirlas en los cubitos vacíos y rellenar con AOVE unos 3/4 de su capacidad, nunca hasta el borde para evitar que rebose.
Se cubre con papel film y se mete en el congelador toda la noche. A la mañana siguiente se desmoldan y se pueden guardar de nuevo en el congelador, esta vez en bolsitas de plástico correctamente etiquetadas, para mejorar su conservación y así poder liberar la cubitera para otro uso.
En el caso del orégano fresco y la albahaca conservados de esta forma, son ideales para preparar salsas de tomate y guisos, para pasta no os lo recomiendo tanto, ya que es mejor cuando están frescas.
Los cubitos de romero y tomillo son perfectos para los estofados y para los asados de carnes o pescados. Se introducen sobre la bandeja o fuente del horno y se incorporan perfectamente al resto de ingredientes gracias al calor, aportando todo su aroma.
Conservar hierbas de esta forma es comodísimo y nos permite controlar mejor la cantidad de aceite que utilizamos en nuestras recetas.
REDACTOR DEL ARTÍCULO: Laura González.
ESTA RECETA Y SUS FOTOGRAFIAS SON SOLO A TITULO INFORMATIVO Y TIENEN LA OBLIGACION DE CONSULTARLO COMENTARLO Y VERLO EN SU WEB ORIGINAL.